16 de octubre de 2013

Kristen Stewart: Reina de lo genial por Ed Power para Day and Night Digital



Ella ha ganado una reputación como una malhumorada, niña mimada, pero -- Kristen Stewart le dice a Ed Power -- su frialdad se ha derretido cuando ella ha llegado a un acuerdo con su fama.

Se temen lo peor en su camino para cumplir con Kristen Stewart. Cuentos de su mal humor son legiones. Si su personaje de pantalla más famoso, Bella Swan de Crepúsculo, es la chica que no se atreve a entregar su virginidad (para ser justos, es una elección entre un vampiro temeroso y un hombre lobo incapaz de mantener su camisa), la debilidad en Stewart es que ella es la actriz que se niega a hacer las paces con la celebridad.

A solas con ella durante media hora, la preocupación es que va a ser todos los monosílabos y los ojos en blanco.

Al igual que con muchas caricaturas, es cierto, pero sólo hasta cierto punto. Sentada en un sillón enorme en Claridges, sus rasgos aún más de muñeca China de porcelana y que en la pantalla, Stewart es habladora y varonil, atractiva, aunque no en la forma en que la deslumbra Hollywood.


Ella se encuentra con la mirada y no se siente como si estuvieras mirando directamente hacia el sol. Sin embargo, indicios de la edad persisten.

Al chasquear con su lengua, Stewart admite que cuando Crepúsculo se inició en el 2008 la transformación de su apariencia suburbana al icono internacional de amor – golpeo terrenos jóvenes, ella se retiró en sí misma. A veces esto quedó como mal humor, incluso mezquino. Ha llevado hasta hace poco para que ella lo reconozca.

"La cosa es, que las estrellas de cine no se supone que se parecen a nada", dice la pequeña de 22 años, su parloteo de un centro comercial del Sur de California es efusiva al hablar.

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