Robert Pattinson ha causado el desmayo
de una generación de chicas, y logró millones de dolares para los
productores del fenómeno Twilight, donde su interpretación de Edward
Cullen significa que ya no necesita salir de la cama si así no lo desea.
Así
que, sería inentendible si tanta adulación iba hacia su muy despeinada
cabeza y lo hiciera un poco dificil de trabajar con él. ¿Cómo manejaron
los directores de su nuevo film Bel Ami a tan importante ídolo en su
primer film?
"Él estuvo encantador,"
insiste Nick Ormerod, uno del duo director junto a Declan Donnellan -
establecieron directores de teatro con experiencia de más de tres
décadas en el escenario, ballet y opera, aunque en el cine son unos
novatos.
"Él insistió en ensayar un
mes completo antes de filmar la primera toma, lo cual aparentemente es
poco común en Hollywood, pero él estaba apasionadamente atado al
proyecto."
"Él no era tan famoso
cuando le ofrecimos el papel," recuerda Donnellan. "Él había terminado
Harry Potter, Twilight solo estaba comenzando, y recuerdo haber visto su
rostro en un autobus."
"Nuestro film se tardó mucho
en empezar porque necesitaba de mucho arte, él fue e hizo Twilight, así
que vimos a éste fenómeno crecer."
Bel Ami fue filmada hace dos
años, lo que quiere decir que las Twi-hards estaban vengativas para ese
entonces - ¿recuerdas los cuentos de Pattinson atacado en América
tratando de filmar Agua para Elefantes en un pequeño pueblo del medio
oeste? Donnellan y Ormerod parecen sorprendidos por tales cuentos:
"Tuvimos una experiencia relativamente serena," sonrié Donnellan. "Solo algo pequeño de eso en Budapest. Filmamos en Twickenham, y literalmente no había nadie allí.
"Pero luego, tuvimos la alfombra
roja en Berlín y fue como estar en Bladerunner, una increíble
experiencia estar en medio de ese fenómeno. Fue incríble e
impresionante, particularmente por ser nuestro primer film."
Ormerod y Donnellan dirigieron a
su chico de oro a través del drama Frances, Bel Ami, basado en la corta
historia de Guy de Maupassant, cuenta la subida a la cuspide de un
jóven llamado George Duroy (Pattinson), a través de las filas de la
sociedad Parisina, gracias a su éxito con las mujeres que sucumbieron a
su palidez, de pómulo encantado.
"Rob seguía diciendo, 'éste
personaje no tiene aspectos positivos, es tan vendible'," rie Donnellan.
"Es emocionante ver a alguien así, y Rob estaba de acuerdo. Si él
sentía que tenía algo, es esa base de envidia, que solo puede curar
teniendo lo que el otro chico tiene. No hay ninguna moraleja en la
película, nuestro propósito es solo hacerte salir con dudas."
Así como Pattinson, los
directores también pudieron ver el talento de Kristin Scott Thomas, Uma
Thurman y Christina Ricci, lo cual pudo haber sido intimidante para
novatos detrás de cámaras.
"Uma es una gran personalidad,
es fantástica, y hace que su opinión se escuche, pero eso estuvo
absolutamente bien," rie Donnellan.
"Hicimos un ballet con Bolshoi, y operas con Bryn Terfel, así que hemos hecho cosas aterradoras antes.
"Conocemos bien a Kristin por
nuestro trabajo en París, pero Uma y Christina y Rob todos llegaron por
nuestro director de reparto. Todos llegaron con diferentes fondos, lo
único que todos compartimos fue no haber hecho nada como esto antes.
"Vas hiper-preparado, luego cuando pones los pies en el suelo, te das cuenta que no necesitas de todo eso y te deshaces de (eso), el guión gráfico es realmente sólo para tranquilizar a otras personas, así como a ti mismo. Ultimamente, todo era imprivisado. Lo que sea que planeaste, siempre ves algo mejor durante el día."
Habiendo establecido una bara tan alta, ¿están Ormerod y Connellan interesados en el mundo de las películas?
"Ya volvimos a los escenarios, pero estamos definitivamente mordidos por ese insecto," explica Ormerod.
"Hubieramos hecho más proyectos en el pasado," dice Donnellan. "Pero sin embargo, no podemos separarnos del teatro por tanto tiempo - seis meses de almuerzos en Soho House es lo más que podemos aguantar."
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